El jueves pasado estuvimos trabajando en una Farmacia de Culleredo.
Se trataba de un encargo del diseñador de interiores Iván Cotado que fue quien se encargó de la reforma del establecimiento.
El trabajo consistía en pegar vinilos tanto en los cristales de la entrada como en los de un despacho en el interior.
Este es un ejemplo de cómo con un poco de vinilo se pueden decorar unos cristales sin recargarlos, aprovechando su superficie para comunicar o dar privacidad pero haciendo que éstos no tengan exceso de protagonismo ni desentonen con el resto de la decoración del local.
No hay comentarios:
Publicar un comentario